El bótox capilar figura entre los tratamientos pelo más demandados en la actualidad, por sus beneficios para la estética y la salud del cabello: mayor brillantez, volumen y flexibilidad, con un efecto reparador sobre las fibras más dañadas.

De popularidad creciente entre las famosas, el bótox capilar cuenta con el aval de los expertos en tricología, siendo una solución eficaz para hidratar y abrillantar el pelo. Es un tratamiento seguro, además, pues los compuestos esenciales de esta mascarilla, como el colágeno o el ácido hialurónico, no conllevan efectos secundarios de alcance significativo.

A diferencia del bótox convencional, el capilar no es invasivo, ni acarrea las molestias y efectos secundarios de aquel. Funciona como una mascarilla que contiene vitaminas, queratina  y aminoácidos de proteínas, además de los ingredientes ya mencionados y uno de los cuales justifica el nombre de este tratamiento: el ácido hialurónico.

El objetivo de esta mascarilla es reparar los capilares en profundidad, reconstruyendo las raíces y ayudándolas a recuperar su fuerza y vitalidad originales. También persigue un aumento en la resistencia de las fibras capilares.

Cada ingrediente esencial del bótox capilar produce un efecto positivo único en el cabello. En particular, el ácido hialurónico maximiza la flexibilidad y brillantez incluso de las melenas más rebeldes o con un peor historial de frizz o encrespamiento.

Esta mezcla de vitaminas, proteínas y demás proporciona resultados inmediatos, pero su meta primordial es garantizar una mejora a medio y largo plazo. No es un tratamiento de una o dos sesiones; al contrario, el proceso puede requerir más de cuatro en el curso de dos o tres semanas, dependiendo de la clínica y del especialista.

Además, la aplicación de bótox capilar con una periodicidad anual no presenta contraindicaciones. Se estima que esta mascarilla contribuye a la creación de un ‘escudo’ natural con los agentes perjudiciales.