El aparato digestivo del gato está especializado, como su dentadura, en la ingesta de carne. La lentitud de su proceso digestivo es comparable a la del Canis familiaris. De ahí que numerosos suplementos sean aptos para ambos animales y que Comprar complemento para mejorar el transito intestinal de perros y gatos tenga su lógica.

La digestión canina se inicia en el aparato bucal, con treinta piezas dentales que trituran y convierten el alimento en un bolo capaz de pasar por su esófago, hasta alcanzar el estómago. Aquí se segregan enzimas que facilitan la descomposición del bolo. Una vez ha pasado al intestino delgado, permanece ahí por espacio de doce a veinte horas, antes de completar su evacuación.

El problema digestivo más común en felinos es el estreñimiento, derivado usualmente de un déficit de líquidos. En estado salvaje, los gatos obtienen su alimento a través de la caza y se hidratan naturalmente de este modo. Pero en entornos domésticos predominan los piensos y otras comidas secas, razón por la que debe situarse su cuenco de agua junto al de la comida.

Otras fuentes de estreñimiento felino son las bolas de pelo, la ingesta de cuerpos extraños, la escasez de fibra en la dieta o la existencia de lesiones y traumatismos.

La colitis también es un ‘enemigo’ declarado de la digestión de estos animales, afectando sobre todo a los ejemplares más jóvenes. Las alergias, pólipos y otros problemas pueden estar detrás de esta inflamación, tan dolorosa para la mascota.

Entre los trastornos digestivos más frecuentes destacan las infecciones parasitarias. Los felinos que tienen acceso a la calle o el campo, son un blanco fácil para estos parásitos microscópicos, algunos de los cuales pueden transmitirse al ser humano.

Por su parte, un trastorno habitual en el intestino delgado del felino es la malabsorción, esto es, la dificultad para absorber correctamente los nutrientes que ofrece la alimentación.